Aunque los mismos rockeros negaron haber intentado escribir algo y ponerlo en la mente de las masas, los opositores tenían poca fe en sus declaraciones. El vocalista de Judas Priest, que se enfrentaba a un tribunal acusado de incitación al suicidio, comentó : "Si pudiéramos influir en los oyentes, preferiríamos ordenarles que compren más discos".